Dieta cetogénica en deportistas de fuerza

¿Te has preguntado alguna vez si la combinación de una dieta keto con entrenamiento de fuerza podría llevar tu rendimiento a un nuevo nivel? Quizá has oído que al reducir los carbohidratos tu cuerpo entra en un estado de “cetosis” que cambia la forma de obtener energía. Sin embargo, antes de responder con un rotundo “sí” o “no”, merece la pena explorar qué dice la ciencia al respecto, cómo se implementa esta estrategia nutricional y si verdaderamente beneficia a quienes buscan ganar fuerza o al menos no perderla. Descubre el impacto de la dieta cetogénica en deportistas de fuerza.

Además, quiero contarte mi propia experiencia, ya que siempre he sido una persona activa, he practicado karate, fútbol, pádel, tenis y un sinfín de actividades porque soy de naturaleza nerviosa, y cuando llegó la pandemia y tuve tanto tiempo libre, decidí introducirme en el mundo de la nutrición y el entrenamiento de fuerza. Empecé a entrenar en un gimnasio y, aunque al principio me costaba ver resultados, contraté a un entrenador personal que me pautó la nutrición y los entrenamientos.

dieta cetogénica en deportistas

Experiencia personal

Durante tres años realicé periodos de volumen y definición con bastante éxito en mi evolución, pero había un problema: me sentía cansada tras entrenar, incluso con un superávit calórico que, en teoría, debería darme más energía. Terminaba el día sintiendo la necesidad de echar una siesta o descansar media hora, lo que para mí no tenía sentido. Así que, como muchos, me puse a investigar en internet para ver qué podía estar pasando y descubrí que, pese a comer limpio y entrenar de forma adecuada, podía no ser resistente a la insulina por la elevada cantidad de carbohidratos que consumía; esto me generaba cansancio habitual cada vez que comía.

Decidí entonces cambiar mis hábitos sin llegar a seguir una dieta cetogénica estricta, pero ajustando los carbohidratos alrededor de mi entrenamiento, tomando dos frutas con miel o dátiles como pre-entreno y luego hidratos como patata, batata o arroz en el post entreno los días que entreno. El resto de comidas se basaban en proteínas y grasas, priorizando las de origen animal. Llevaba unos meses así, y la diferencia fue brutal. Ahora no siento ese agotamiento, mi vida no se limita a entrenar y luego caer rendida, sino que puedo trabajar al 100%, pasar tiempo con mis seres queridos y llegar al final de mis jornadas más largas con energía de sobra. Así que, si en algún momento te has sentido como yo, con ganas de rendir bien en el deporte y, a la vez, tener la energía suficiente para tu día a día, este artículo te interesa. Veamos en detalle qué es la dieta cetogénica, su fundamento científico y si podría adaptarse a la práctica deportiva de fuerza.

¿Qué es la dieta cetogénica?

La dieta cetogénica, también conocida como dieta keto, se basa en reducir al mínimo la ingesta de carbohidratos y aumentar de forma moderada o elevada las grasas saludables, con el objetivo de que el cuerpo cambie su principal fuente de energía de la glucosa a las grasas. Así se producen cuerpos cetónicos que se utilizan como combustible. En la práctica, se suelen ingerir menos de 50 gramos de carbohidratos al día (o incluso 20-30 gramos en protocolos muy estrictos). Se basa en un consumo significativo de grasas de origen saludable como aguacates, aceite de oliva, frutos secos o pescados azules, y con proteínas suficientes para mantener la masa muscular. Este cambio metabólico puede ocurrir a los pocos días, aunque a veces se atraviesa una fase llamada “keto flu” con fatiga y mareos momentáneos, hasta que el organismo se adapta. Después, muchas personas, como apuntan varios testimonios, sienten mayor saciedad y energía estable, y en mi caso personal, tras ajustar la cantidad de hidratos a momentos puntuales del día, descubrí que la sensación de bienestar y la ausencia de bajones energéticos son clave para mantener un ritmo de vida activo con más de diez horas de trabajo diarias y una intensa hora y media de entrenamiento.

La ciencia detrás de la dieta cetogénica en deportistas de fuerza

Para entender cómo encaja la dieta cetogénica en deportistas de fuerza, conviene revisar lo que dice la ciencia. Algunos estudios indican que la dieta keto podría mejorar la resistencia en ciertos atletas al usar de forma más eficiente la grasa corporal con el tiempo. Además, en el estudio de Paoli A, Bianco A, Damiani E, Bosco G (2014), publicado en BioMed Research International, se observó que la dieta cetogénica ayudó en parámetros energéticos de pacientes con ciertas afecciones neuromusculares, sugiriendo que el uso de cetonas como combustible podría brindar beneficios.

cambios en la composición corporal tras la dieta cetogénica

También existe una investigación de Wilson JM y colaboradores (2020), del Journal of Strength and Conditioning Research, que mostró cómo algunos practicantes de entrenamiento de fuerza no vieron perjudicada su potencia o masa muscular tras varias semanas siguiendo una dieta keto bien planificada. Esto resulta relevante para deportistas que temen perder músculo al recortar carbohidratos. Sin embargo, hay que tener cautela, ya que no hay una respuesta universal. El rendimiento depende de variables personales como la intensidad del entrenamiento, la composición corporal o la fase de la temporada. Es por esto que, en mi propio caso, no he aplicado una cetosis estricta, sino un ajuste moderado de hidratos que me permite mantener suficiente energía para mis sesiones de fuerza, sin caer en ese cansancio crónico postcomidas que me afectaba tanto.

fuerza máxima tras dieta cetogénica

¿Cómo se implementa la dieta cetogénica en deportistas de fuerza según la ciencia?

La dieta keto no es exclusiva de quienes buscan adelgazar, también puede emplearse en disciplinas de fuerza si se planifica correctamente, ajustando la ingesta de nutrientes para sostener la masa muscular y el rendimiento. Primero se reduce la ingesta de carbohidratos a unos 50 g diarios o menos, forzando al cuerpo a producir cuerpos cetónicos. Después se mantiene un aporte moderado de proteínas, de 1,6 a 2,2 g por kilo de peso, y se ingieren grasas saludables (aceite de oliva, pescado azul, frutos secos). También se recomienda vigilar electrolitos y, en algunos casos, suplementar con creatina o vitamina D. Por último, es útil verificar la cetosis mediante tiras reactivas de orina o medidores de aliento. En mi caso, aunque no llego a medir los niveles de cetonas porque no hago una dieta keto estricta, procuro controlar los hidratos consumidos y me fijo en mi rendimiento diario, evitando esos bajones que solía sufrir.

reparto de macronutrientes de la dieta cetogénica en deportistas

¿Pueden los deportistas utilizar la dieta cetogénica para entrenar fuerza sin perder masa muscular?

La dieta cetogénica en deportistas de fuerza es objeto de debate, pues algunos expertos creen que la restricción de carbohidratos podría afectar la potencia en ejercicios de alta intensidad, mientras que otros estudios, como el de Rhyu HS y Cho SY (2014) en el Journal of Exercise Rehabilitation, observaron que atletas de taekwondo redujeron grasa sin mermar su rendimiento de forma significativa. No es la mejor estrategia para todos, pues cada persona responde de forma distinta, y la etapa del entrenamiento, la genética y las preferencias dietéticas cuentan mucho. Lo esencial es mantener ingestas proteicas suficientes y calorías apropiadas para sostener la fuerza. Algunas personas, como hice yo, optan por una dieta más “cíclica” o “dirigida”, poniendo carbohidratos alrededor del entrenamiento para recargar glucógeno y tener fuerza en los levantamientos, sin llenarse de carbohidratos todo el día y evitar así el cansancio postcomida.

grafica de masa muscular

¿Qué pasa si hago dieta keto y ejercicio?

La combinación de dieta keto y entrenamiento de fuerza puede generar dos grandes reacciones: una adaptación metabólica positiva o una fatiga inicial que reduce tu rendimiento. En el mejor escenario, tu cuerpo se acostumbra a usar ácidos grasos y cetonas como principal fuente de energía, lo cual facilita el mantenimiento o incluso la mejora del rendimiento en actividades de intensidad media. En el peor, si no planificas bien o no das tiempo para adaptarte, bajas tus depósitos de glucógeno muscular y notas un descenso en actividades explosivas. Con un periodo de adaptación de 2 a 4 semanas, mucha gente, y yo también, reporta energía más constante y menos altibajos de azúcar. En mi experiencia, mi rendimiento mejoró en la vida diaria, no me quedé dormida a media tarde y, aunque no hago una cetosis pura, he encontrado un equilibrio al tomar carbos solo cuando realmente me aportan beneficios en el entrenamiento. Quien note bajones muy fuertes, puede introducir carbohidratos antes de la sesión de fuerza (Targeted Keto Diet) o hacer dieta cetogénica cíclica.

comparacion de nivel de energía en dieta cetogénica

Beneficios potenciales de la dieta cetogénica en deportistas de fuerza

Quienes siguen la dieta cetogénica en deportistas de fuerza suelen buscar pérdida de grasa con mantenimiento de la masa magra, un control del apetito y mayor saciedad, energía estable al no tener picos de glucosa y, en algunos casos, mejora de la sensibilidad a la insulina. De nuevo, no es un esquema universal, pero sí es cierto que, cuando reduces carbohidratos de forma estratégica, los niveles de energía tienden a ser más regulares, y esto lo he notado mucho en mi vida diaria porque, tras meses de comer carbohidratos a toda hora, pasé a priorizar proteínas y grasas, con hidratos solo en momentos clave. De esta manera, ahora rindo en el trabajo, en mis entrenamientos y en mi vida familiar.

evolución del porcentaje de grasa en dieta keto

Posibles desventajas de la dieta keto en el entrenamiento de fuerza

Aun con sus beneficios, una dieta cetogénica puede implicar una disminución del glucógeno muscular, lo que afecta actividades muy explosivas, además de un periodo inicial de “keto flu” en el que puedes sentir fatiga o mareos. También requiere mayor seguimiento nutricional para ajustar grasas, proteínas y micronutrientes. No es apta para todos, pues ciertas condiciones de salud exigen cautela. En mi experiencia, yo no busco la cetosis total, sino un equilibrio que no me llene de cansancio y me permita seguir activa.

rendimiento y fuerza

Estrategias para combinar dieta cetogénica y entrenamientos de fuerza

Si quieres aventurarte con la dieta cetogénica en deportistas de fuerza, planifica con tiempo y busca un periodo alejado de competiciones para permitirte adaptar. Asegura un buen aporte proteico, de 1,6 a 2,2 g por kilo de peso, y prioriza grasas de calidad como aceite de oliva, pescados azules o frutos secos. Monitorea tus sensaciones en cada levantamiento y, si notas estancamiento, valora la dieta cetogénica cíclica, introduciendo carbohidratos uno o dos días a la semana para reponer glucógeno. Bebe suficiente agua y mantén los electrolitos a raya (sodio, potasio y magnesio). En mi caso, quise mantener un estilo de vida activo y rendir en mi trabajo, así que equilibré mi ingesta de hidratos con los momentos del día en que más me aporta, y me ha funcionado de maravilla.

Preguntas frecuentes sobre la dieta cetogénica en deportistas de fuerza

¿Se pierde masa muscular en la dieta keto? No necesariamente, siempre que haya suficiente proteína y calorías. ¿Cuánto tiempo se tarda en entrar en cetosis? Normalmente entre 2 y 7 días, pero cada persona es diferente. ¿Puede la dieta cetogénica mejorar la definición muscular? Sí, si reduce el porcentaje graso y se mantiene la masa magra. ¿Qué hago si mi rendimiento cae? Prueba incrementar carbohidratos los días de entreno o revisar tu consumo calórico y de electrolitos. ¿Es la dieta cetogénica una estrategia a largo plazo? Algunos la mantienen mucho tiempo y otros la usan solo en ciertas fases, dependiendo de objetivos y tolerancia.

Conclusión

La dieta cetogénica en deportistas de fuerza puede resultar beneficiosa para quienes buscan reducir grasa y sostener masa muscular, siempre que se planifique con cuidado y se respete la fase de adaptación. En mi caso, no sigo un protocolo keto estricto, pero sí he aprendido a moderar la ingesta de carbohidratos y a priorizar proteínas y grasas, notando así una energía mucho más estable. Sea cual sea tu elección, lo importante es que te sientas bien, rindas en tus entrenamientos y puedas conciliar tu vida laboral, familiar y deportiva sin esos bajones de energía que te impidan disfrutar. La ciencia respalda que una dieta bien estructurada basada en grasas y proteínas puede funcionar para muchos atletas, pero siempre es aconsejable contar con supervisión profesional para ajustar nutrientes y evitar riesgos. Al final, la mejor dieta es la que te ayuda a sentirte pleno y a rendir al máximo en cada aspecto de tu vida, sin sacrificar tu salud ni tu bienestar diario.

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Fuentes

  1. Durkalec-Michalski, K., Nowaczyk, P. M., & Siedzik, K. (2019). Effect of a four-week ketogenic diet on exercise metabolism in CrossFit-trained athletes. Journal of the International Society of Sports Nutrition, 16(1), 16.
  2. Escobar, K. A., Vandusseldorp, T. A., & Kerksick, C. M. (2016). Carbohydrate intake and resistance-based exercise: Are current recommendations reflective of actual need? British Journal of Nutrition, 116(12), 2053–2065.
  3. Hearris, M. A., Hammond, K. M., Fell, J. M., & Morton, J. P. (2018). Regulation of muscle glycogen metabolism during exercise: Implications for endurance performance and training adaptations. Nutrients, 10(3).
  4. Helms, E. R., Aragon, A. A., & Fitschen, P. J. (2014). Evidence-based recommendations for natural bodybuilding contest preparation: Nutrition and supplementation. Journal of the International Society of Sports Nutrition, 11(1), 20.
  5. Kephart, W., Pledge, C., Roberson, P., Mumford, P., Romero, M., Mobley, C., … Roberts, M. (2018). The Three-Month Effects of a Ketogenic Diet on Body Composition, Blood Parameters, and Performance Metrics in CrossFit Trainees: A Pilot Study. Sports, 6(1), 1.
  6. Mata, F., Valenzuela, P. L., Gimenez, J., Tur, C., Ferreria, D., Domínguez, R., … Sanz, J. M. M. (2019). Carbohydrate availability and physical performance: physiological overview and practical recommendations. Nutrients, 11(5).
  7. McCleary, S. A., Sharp, M. H., Lowery, R. P., Silva, J. E., Rauch, J. T., Ormes, J. A., … Wilson, J. M. (2014). Effects of a ketogenic diet on strength and power. Journal of the International Society of Sports Nutrition, 11(1), P41–P41.
  8. McSwiney, F. T., Doyle, L., Plews, D. J., & Zinn, C. (2019). Impact Of Ketogenic Diet On Athletes: Current Insights. Open Access Journal of Sports Medicine, Volume 10, 171–183.

Ayuno intermitente: beneficios y cómo realizarlo

¿Te has preguntado alguna vez cómo algunas personas logran mantener un peso saludable y una energía constante sin seguir dietas estrictas?. El ayuno intermitente podría ser la clave. En este artículo, descubrirás qué es, sus beneficios, cómo puedes incorporarlo en tu vida diaria para mejorar tu salud, y consideraciones específicas para mujeres.

¿Qué es el ayuno intermitente?

El ayuno intermitente es un patrón de alimentación que alterna períodos de ayuno con períodos de alimentación. A diferencia de las dietas tradicionales, no especifica qué alimentos comer, sino cuándo comerlos. Este enfoque permite que tu cuerpo descanse de la digestión constante y aproveche mejor los nutrientes que consumes.

plato con horas para ayuno intermitente

¿Qué es y para qué sirve el ayuno intermitente?

El ayuno intermitente tiene varios propósitos. Principalmente, se utiliza para controlar el peso, mejorar la salud metabólica y aumentar el metabolismo. Al reducir las horas en las que comes, tu cuerpo puede optimizar la quema de grasa y mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que contribuye a una mejor regulación de los niveles de azúcar en sangre.

Beneficios del ayuno intermitente

Beneficios del ayuno

El ayuno intermitente ofrece múltiples beneficios respaldados por estudios científicos. Entre ellos, destaca la pérdida de peso, la mejora de la salud del corazón y la reducción de la inflamación. Además, puede aumentar la longevidad y proteger contra enfermedades como el cáncer y el Alzheimer.

Control de peso

Uno de los principales atractivos del ayuno intermitente es su eficacia en el control de peso. Al limitar el tiempo de ingesta de alimentos, es más fácil reducir la ingesta calórica total sin necesidad de contar calorías. Además, el ayuno puede aumentar la quema de grasa mientras preserva la masa muscular, lo que es esencial para mantener un metabolismo saludable.

Salud metabólica

El ayuno intermitente mejora la salud metabólica al reducir los niveles de insulina y aumentar la sensibilidad a esta hormona. Esto facilita la absorción de glucosa por las células, disminuyendo el riesgo de resistencia a la insulina y diabetes tipo 2. Estudios muestran que el ayuno puede mejorar los marcadores de salud metabólica incluso en personas que no pierden peso significativamente (Harris et al., 2018).

Metabolismo

El metabolismo es el proceso mediante el cual tu cuerpo convierte los alimentos en energía. El ayuno intermitente puede acelerar este proceso al aumentar la tasa metabólica basal. Al mejorar la eficiencia metabólica, tu cuerpo quema más calorías durante el día, lo que favorece la pérdida de peso y el mantenimiento de una buena salud general.

flujo del cuerpo

¿Cómo se debe hacer el ayuno intermitente?

Implementar el ayuno intermitente es sencillo, pero es importante elegir un método que se adapte a tu estilo de vida y necesidades personales. Aquí te presentamos algunos métodos populares:

Diferentes métodos de ayuno intermitente

  1. Método 16/8: Consiste en ayunar durante 16 horas al día y comer durante una ventana de 8 horas. Por ejemplo, puedes comer entre las 12 del mediodía y las 8 de la noche.
  2. Método 5:2: Implica comer normalmente cinco días a la semana y reducir la ingesta calórica a aproximadamente 500-600 calorías durante dos días no consecutivos.
  3. Ayuno en días alternos: Alternar días de ayuno completo con días de alimentación normal.
  4. Comer-Parar-Comer: Realizar un ayuno de 24 horas una o dos veces por semana.

Ejemplos y pautas para principiantes

Si eres nuevo en el ayuno intermitente, es recomendable comenzar con métodos más suaves, como el 12/12. Esto significa ayunar durante 12 horas y tener una ventana de alimentación de 12 horas. Por ejemplo, puedes cenar a las 8 de la noche y desayunar a las 8 de la mañana. Gradualmente, puedes aumentar las horas de ayuno según te sientas cómodo.

¿Qué pasa si ayuno 12 horas todos los días?

Ayunar 12 horas todos los días es una forma accesible de empezar con el ayuno intermitente. Este enfoque puede mejorar la digestión, reducir la hinchazón y promover una mejor regulación del azúcar en sangre. Además, al reducir la ventana de alimentación, es más fácil controlar la ingesta calórica sin sentir hambre constante. Estudios sugieren que incluso este nivel de ayuno puede tener beneficios significativos para la salud metabólica y el control de peso (Tinsley & La Bounty, 2015).

¿Cuántas horas se considera ayuno intermitente?

El ayuno intermitente generalmente se considera a partir de 12 horas de ayuno hasta períodos más largos de hasta 24 horas. La duración exacta puede variar según el método que elijas y tus objetivos personales. Por ejemplo, el método 16/8 implica 16 horas de ayuno, mientras que el método 5:2 alterna entre días de ayuno y días de alimentación normal. La clave es encontrar un equilibrio que te permita obtener beneficios sin comprometer tu bienestar.

reloj y plato representando el horario de ayuno

Ayuno en mujeres

El ayuno intermitente puede ser beneficioso para las mujeres, pero es importante tener en cuenta algunas consideraciones específicas. Las mujeres pueden ser más sensibles a los cambios en la alimentación y el ayuno puede afectar sus niveles hormonales. Es fundamental prestar atención a cómo responde tu cuerpo y ajustar el ayuno según tus necesidades individuales.

En mi caso, comencé a realizar el ayuno intermitente durante 6 meses. Las sensaciones fueron muy buenas al principio; me sentía con más energía y controlaba mejor mi peso. Sin embargo, al incorporar entrenamiento de fuerza sin haber comido nada, empecé a sentirme afectada hormonalmente, perdiendo mi ciclo menstrual. Por ello, ahora evito practicar el ayuno intermitente si sé que voy a entrenar por la mañana. Es crucial escuchar a tu cuerpo y ajustar el método según tus necesidades individuales.

No hacer ejercicio en ayuno para mujeres

Para las mujeres que practican ejercicio, especialmente entrenamiento de fuerza, realizar ejercicio en estado de ayuno puede tener efectos negativos en las hormonas. Como mencioné en mi experiencia personal, entrenar sin haber comido puede llevar a desequilibrios hormonales, como la pérdida del ciclo menstrual. Es recomendable programar las sesiones de ejercicio durante la ventana de alimentación o asegurarse de consumir al menos una pequeña cantidad de nutrientes antes de entrenar para mantener un equilibrio hormonal saludable.

Consideraciones y consejos para comenzar

Antes de iniciar el ayuno intermitente, es importante considerar algunos aspectos:

  • Consulta a un profesional de la salud: Especialmente si tienes condiciones médicas preexistentes.
  • Hidratación: Bebe suficiente agua durante el período de ayuno.
  • Alimentación equilibrada: Asegúrate de consumir alimentos nutritivos durante las ventanas de alimentación.
  • Escucha a tu cuerpo: Si sientes mareos, debilidad o cualquier malestar, ajusta el método o consulta a un especialista.

Conclusiones

El ayuno intermitente es una estrategia efectiva para mejorar la salud metabólica, controlar el peso y potenciar el metabolismo. Con múltiples métodos disponibles, puedes encontrar el que mejor se adapte a tu estilo de vida. Sin embargo, es crucial considerar diferencias individuales, especialmente en mujeres, y evitar combinar el ayuno con entrenamientos intensos sin una adecuada nutrición. Empieza de manera gradual, escucha a tu cuerpo y consulta a profesionales si es necesario. ¿Listo para transformar tu salud a través del ayuno intermitente?. Explora más y descubre cómo este enfoque puede beneficiarte en tu camino hacia una vida más sana.

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No engordar en navidad: consejos para disfrutar sin restricciones

¿Te has preguntado alguna vez si es verdad eso de que en Navidad todos terminamos pesando más?. Imagínate frente a la mesa repleta de turrones, embutidos, galletas y dulces navideños. Al fondo, tu familia y amigos brindando y disfrutando. ¿A quién no le pasa que, entre risas y charlas, va comiendo sin darse cuenta hasta que llegan los remordimientos?. Y luego, todos hemos vivido la escena de subirse a la báscula en enero y preguntarnos: “¿De verdad habré llegado a engordar tantos kilos?”

En este artículo, vamos a destapar la realidad sobre cuánto peso se gana en diciembre y, sobre todo, cómo evitar ese “atracón emocional” que a veces parece inevitable. También te daremos consejos sencillos de aplicar para que no te veas abrumado por tanta comida y puedas disfrutar de las fiestas sin renunciar a la salud. Quédate hasta el final porque te daremos un truco infalible que suele pasar desapercibido y marcará la diferencia en estas fechas.

¿De verdad engordamos todos en navidad? 

Cuando escuchas la palabra “Navidad”, muchas veces viene acompañada de un toque de alegría y otro de estrés. Comidas de empresa, cenas con amigos, la familia que prepara mil platos distintos “para que no falte de nada”… Y esa caja de polvorones abierta en la cocina que parece tener un imán para nuestros dedos. Lo cierto es que la mayoría de estudios y especialistas coinciden en que, durante las fiestas, solemos aumentar el peso entre 1 y 3 kilos.

¿Por qué nos cuesta no coger peso en navidad?

  1. Demasiadas reuniones sociales: Parece que todo el mundo decide organizar encuentros en diciembre, lo que puede dificultar no engordar en Navidad. Además, en cada comida fuera de casa, la tentación de excederse está al acecho.
  2. Temor a “engordar”: Vivimos con la idea de que diciembre es un mes irremediablemente destinado a subir kilos, y ese estrés puede llevar a comer incluso más.
  3. Ofertas de dulces y postres por todas partes: Desde el supermercado hasta la casa de la abuela, los turrones y bombones están a mano para picar.
  4. Sedentarismo: El frío, las vacaciones y las horas de sofá viendo películas navideñas con mantita hacen que la actividad física se reduzca drásticamente.

Aunque no todos engordamos lo mismo, la sensación de culpa y agobio es bastante universal. Lo bueno es que esto se puede manejar sin sacrificar la magia de la Navidad.

¿Cuánto se engorda durante la Navidad?

La realidad es que la mayoría de la gente suele engordar entre 1 y 3 kilos. Pero ojo, no todos estamos cortados por la misma tijera:

  • Personas activas: Si mantienes una rutina de ejercicio constante y sueles comer sano el resto del año, tal vez subas menos de 1 kilo.
  • Personas sedentarias: Si ya sueles llevar una vida con poco movimiento y además abusas de las comidas, es posible que veas 2, 3 o incluso más kilos extra en la báscula.

En cualquier caso, diciembre nos pone a prueba porque los eventos son acumulativos: cena de empresa un día, la comida de Navidad otro, Nochevieja, y para colmo, picas un polvorón entre horas… Cuando quieres darte cuenta, el pantalón te aprieta más de lo que esperabas.

Diciembre es, sin duda, el mes de la tentación. ¿Quién no ha experimentado ese “de lunes a viernes me cuido, pero el fin de semana tengo dos cenas familiares”?. Si esos “fines de semana” se repiten por cuatro o cinco semanas, acabas generando un exceso calórico importante.

no engordar en navidad

¿Por qué subimos tan rápido de peso?

  1. Exceso calórico constante: Piensa en los aperitivos (quesos, embutidos, patés) más el plato principal, el postre y las bebidas alcohólicas o azucaradas.
  2. Alimentos muy densos en calorías: Dulces típicos de Navidad como el turrón o el mazapán contienen mucha grasa y azúcar en poca cantidad de producto.
  3. Retención de líquidos: El consumo de sal y azúcar también provoca retención hídrica, complicando el objetivo de no engordar en Navidad.

Lo que más nos impacta no es solo la gran cena de Nochebuena o de Nochevieja, sino ese picoteo diario que se extiende a lo largo de todas las fiestas. El famoso “uno más no pasa nada” a menudo se repite tantas veces que sí, al final, termina pasando factura.

Cómo no coger peso en navidad: consejos prácticos

La gran pregunta de todos los diciembres. ¿Existe un método infalible para no engordar en Navidad sin privarnos de lo delicioso? No hay varitas mágicas, pero sí hay estrategias que funcionan muy bien:

1. Controla las Porciones

  • Regula las porciones: La mayoría de veces comemos sin tener hambre real, puramente emocional. Pon en tu plato todo lo que te apetezca y céntrate en disfrutar, es decir, se consciente de lo que comes y de tus niveles de saciedad. Regula lo que comes y mastica despacio para disfrutar más. Esto te ayudará a no engordar en Navidad.
  • No tengas ansiedad: Normalmente las comidas de navidad suelen ser muy copiosas. Solemos pensar que hay que comer toda la comida y no es así, come tranquilo y si sobra, piensa que ya tienes la comida hecha para otro día.

2. Selecciona tus dulces favoritos

  • Disfruta de tus favoritos: Elige los dulces navideños que realmente te encantan y disfruta de una porción moderada.
  • Alternativas saludables: Hay postres a base de fruta o con menos azúcar que pueden saciar el antojo sin tantas calorías pero si te apetece ese bombón o cacho de roscón, adelante, es parte de la vida y sin equilibrio no hay nada.

3. Modera el alcohol y bebidas azucaradas

  • Agua entre copas: Por cada copa de vino o champán, bebe un vaso de agua. Así reducirás la ingesta calórica y la resaca.
  • Bebidas light: Si no te gusta el agua, puedes optar por refrescos light o agua con gas y limón.

4. Mantén tu rutina de ejercicio. ¡Muevete!

  • Haz planes activos: Aprovecha para salir a patinar sobre hielo, dar paseos navideños viendo luces, o simplemente camina más.
  • Ejercicio en casa: Si hace frío, hay rutinas fáciles de seguir en casa, como sentadillas, flexiones y planchas. ¡No necesitas mucho espacio ni tiempo!

5. No hagas cambios bruscos en tu rutina

  • No dejes de comer: Si sabes que por la noche tendrás una cena copiosa, no pienses que dejar de comer va a ser la solución, todo lo contrario, llegarás con ansiedad a la cena y comerás todo para lo que llevas preparandote a lo largo del día. Come normal, como cualquier día.
  • Compra con cabeza: Evita llenar el carrito de comida de más “por si acaso”.
comer sin engordar

Situaciones que nos pasan a todos

Para muchos, diciembre es un mes caótico. Surgen situaciones que nos generan cierto conflicto interno:

  1. La presión social: Seguro te han dicho frases como “¡Venga, que es Navidad! ¡Bebe más!” y terminas cediendo por no quedar mal.
  2. La vorágine de cenas y comidas: Cada fin de semana (o incluso entre semana) tienes un plan gastronómico distinto. Parece que todo el mundo aprovecha para quedar justo en diciembre.
  3. La nevera llena de sobras: Tras cada celebración, quedan restos que “hay que acabar” para no desperdiciar. Al final, pasas días comiendo calorías de sobra.
  4. Cocinar para un regimiento: Muchos familiares preparan tanta comida “por si acaso”, que la mesa parece un buffet. Y claro, ¿quién no siente tentación de probar un poquito de todo?

¿Te suenan estas historias? Son muy comunes y generan ese agobio extra. Pero no te preocupes, todos pasamos por ello y, con un poco de conciencia, puedes sobrellevarlas sin tanto drama.

La realidad de la báscula: ¿Es todo grasa o también retención de líquidos?

La báscula no siempre refleja la realidad de manera 100% precisa. A veces ves que has subido 2 kilos en una semana, pero gran parte puede ser retención de líquidos y no necesariamente grasa. Solemos pensar que engordar en navidad se deriva de todas la comidas que hacemos fuera pero no todos los kilos son grasa. ¿Por qué ocurre?

  • Altos niveles de sal: Los embutidos y guarniciones festivas suelen llevar más sal, lo que retiene líquidos en el organismo.
  • Aumento del glucógeno: Si consumes más carbohidratos refinados (dulces, panes, pasta) de lo normal, tu cuerpo almacena más glucógeno, que también arrastra agua.

Todo esto provoca que subas de peso de forma rápida, aunque no sea únicamente grasa. De todas formas, si esos excesos se prolongan, parte de ese aumento sí puede convertirse en grasa almacenada. 

Estrategias para evitar engordar en navidad

Aquí vienen los consejos prácticos que más pueden ayudarte. Sencillos, entendibles y listos para ponerlos en práctica Fuente: NIH):

Come despacio y disfruta

Cuando comemos muy rápido, no damos tiempo al cerebro a detectar la saciedad. Disfruta cada bocado, mastica bien y saborea. Puede que descubras que con menos cantidad te quedas satisfecho.

Cuida la ansiedad por la comida

La ansiedad es el gran enemigo. Llegar a la cena con un hambre voraz te lleva a comer más de lo que necesitas.

Prioriza verduras y proteínas magras

Pon en el plato primero las ensaladas, verduras asadas y carnes, lo bueno de navidad es que siempre podrás encontrar buenas fuentes de proteína como mariscos y pescados. Esto reduce el espacio “disponible” para alimentos más calóricos. ¡No se trata de prohibirte nada, solo de equilibrio!

No pierdas la rutina del sueño

Parece que las fiestas navideñas también rompen el horario de sueño. Dormir menos o peor puede aumentar la producción de hormonas que disparan el hambre. Intenta descansar lo suficiente para no caer en picoteos por cansancio.

no subir de peso en navidad

¿Se puede perder grasa durante la Navidad?

No es fácil, pero tampoco es imposible. La perdida de grasa en medio de tantas tentaciones y compromisos sociales exige una estrategia clara y fuerza de voluntad:

  • Entrenamientos regulares: Ajusta tus horarios, aunque sean menos días, pero no los abandones por completo.
  • Limitación de excesos: El truco es no transformar cada día de diciembre en una “excusa” para comer en exceso.
  • Ayuno intermitente controlado: Algunas personas realizan ayunos puntuales para compensar calorías pero no te machaques, si no te gusta ayunar no es obligatorio. 

Subir un par de kilos de peso de forma puntual no es el fin del mundo. El problema aparece cuando esos 2 o 3 kilos se quedan contigo todo el año o se van sumando a otros excesos. Eso puede complicar la perdida de grasa a largo plazo y afectar tu salud.

Por eso, lo ideal es disfrutar, pero mantener tus hábitos saludables. Mantener un estilo de vida activo y una dieta equilibrada evita que esos kilos temporales se conviertan en un lastre permanente.

Agobios, culpa y estrés: ¿Cómo evitarlos?

Diciembre conlleva situaciones que nos pueden generar mucha culpa:

  • Comida de empresa: Quizá no quieres comer tanto, pero te sientes presionado a socializar y probarlo todo.
  • En casa con la familia: La abuela insiste en que comas más para “no hacerle el feo a su comida”.
  • Restos navideños interminables: ¿Dónde acaba la Navidad?. Parece que dura hasta reyes… o más allá.

La empatía aquí es clave. No eres el único que pasa por esto. Para evitar el estrés:

  1. Regla del 80/20: Come saludable el 80% del tiempo y date un capricho el otro 20%.
  2. No dramatices: Tener varias comidas fuera no es el fin del mundo. Las fiestas de navidad no son solo para comer, hay un mundo de socialización a su alrededor. Disfruta de tus amigos y familia, ve a la cena de navidad deslumbrante y pasatelo increible. Tu foco ha de estar en ser feliz con tu gente, no en la comida.

¿Cómo retomar el control después de las fiestas?

Llega enero y muchos queremos quitarnos esos kilos de más. ¿Qué hacer?

  1. Vuelve a tu rutina: Retoma tu alimentación habitual equilibrada y aumenta la ingesta de frutas y verduras frescas.
  2. Hidratación: Bebe suficiente agua, ya que ayuda a eliminar líquidos retenidos y toxinas.
  3. Ejercicio constante: No te lances a entrenar 3 horas diarias de golpe, ve progresivamente y mantén la constancia.

El truco que pocos cuentan

¿Recuerdas que te hablamos de un truco infalible para que no te agobies estas fiestas? Aquí lo tienes: Disfruta de verdad solo en los días específicos de celebración y mantén tu rutina normal el resto de días.

La mayoría de las personas “extienden la Navidad” a todo el mes. Tienen polvorones a mano desde principios de diciembre, y la excusa se prolonga hasta pasado el día de Reyes. Si focalizas tus “atracones” solo en fechas señaladas, no tendrás un impacto tan grande.

Piensa que, en realidad, solo hay unos pocos eventos clave: la cena de Nochebuena, la comida de Navidad, la cena de Nochevieja y, si acaso, el día de Reyes. Si sumas, no son más de 4 o 5 comidas fuertes. ¿Realmente necesitas comprar dulces navideños y comerlos a diario durante un mes entero?

disfrutar de navidad sin engordar

Disfruta, pero con moderación

Las fiestas navideñas son un momento especial para compartir con la familia y los amigos. Es normal comer un poquito de más, pero eso no significa que debas tirar por la borda todos tus hábitos saludables. Con un mínimo de planificación, moderación y actividad física, es perfectamente posible disfrutar de la Navidad y no engordar demasiado.

Lo importante es no dejarse llevar por la “mentalidad de barra libre” durante todo el mes. El peso que se gana en estas semanas suele rondar entre 1 y 3 kilos, y con las estrategias adecuadas (porciones ajustadas, ejercicio, buena hidratación, priorizar proteína y verduras), puedes minimizarlo. Incluso podrías mantenerte o lograr una leve perdida de grasa 

Recuerda que en la Navidad no solo se come, también se canta, se ríe, se disfruta del reencuentro con familiares y amigos. Al final, la comida es solo una parte más de la celebración. Si priorizas las experiencias y la compañía, verás cómo las ganas de devorar todo lo que hay en la mesa bajan un poco.

Recomendaciones finales

  1. Antes de cada comida, pregúntate si tienes hambre real o si es solo gula o ansiedad.
  2. Muévete cada día, aunque sea subir escaleras o dar un paseo breve.
  3. Apuesta por las verduras y la proteína en cada comida.
  4. No entres en modo pánico si subes un poco de peso; retoma tus buenos hábitos en enero y verás cómo todo vuelve a la normalidad.

Con esto, esperamos que estas fiestas te resulten más llevaderas. Ya sabes que es posible disfrutar de la Navidad sin un aumento de peso desmedido. Se trata de tomar buenas decisiones la mayor parte del tiempo y dejar que tu lado “goloso” salga a relucir solo en momentos puntuales. Así evitarás agobios, te sentirás mejor contigo mismo y, sobre todo, llegarás a enero sin arrepentimientos.

¡Felices Fiestas y que disfrutes de una Feliz Navidad!

Recuerda que para más información puedes seguir consultando los artículos de nuestro Blog:

Cenar temprano: ¿Por qué hacerlo puede mejorar tu salud?

¿Sabías que el simple hecho de cenar más temprano o más tarde puede afectar directamente el funcionamiento de tus hormonas, tu metabolismo e incluso tu estado de ánimo? Este fenómeno está cobrando relevancia dentro del mundo de la nutrición y el bienestar, y la clave se encuentra en lo que se conoce como la “ventana alimenticia”. Lejos de ser una moda pasajera, este concepto combina ciencia, sentido común y resultados medibles. Si tu meta es optimizar tu salud, ganar energía, mejorar tu composición corporal y regular tu apetito sin caer en dietas restrictivas, ajustar el horario de tus comidas podría ser el cambio que necesitas.

A lo largo de este artículo, descubrirás el impacto que tiene la elección de tu ventana alimenticia sobre tu cuerpo, cómo influye en hormonas clave, y cuáles son las ventajas y desventajas de cenar temprano o más tarde. También encontrarás datos respaldados por estudios científicos, consejos prácticos para adaptar este enfoque a tu rutina diaria, y ejemplos concretos de cómo ajustar tus comidas puede promover una mejor calidad de vida. Además, incluiremos enlaces a recursos adicionales que te serán de utilidad y una llamada a la acción para que tomes las riendas de tu alimentación. ¡Sigue leyendo y descubre el poder que tiene el reloj en tu plato!

Cenar temprano vs cenar tarde

¿Qué es la ventana alimenticia?

La ventana alimenticia se refiere al intervalo de tiempo durante el día en el que concentras la mayor parte —o la totalidad— de tus comidas. Aunque suene sencillo, la diferencia entre iniciar este periodo temprano en la mañana o retrasarlo hacia la tarde-noche puede ser enorme. No sólo hablamos de contar calorías o macronutrientes. Se trata de cómo tu cuerpo procesa, asimila y responde hormonalmente a esos nutrientes dependiendo del momento del día en que los ingieras.

Este concepto ha cobrado notoriedad a raíz de investigaciones que señalan que el horario de ingesta alimentaria afecta la producción y liberación de hormonas como la insulina, el cortisol, la leptina y la ghrelina. Dichas hormonas son las encargadas de regular el metabolismo, el apetito, la energía y el estado de ánimo, entre otros factores. Es decir, la ventana alimenticia no sólo impacta en cómo te ves, sino también en cómo te sientes y en la calidad de vida que experimentas día a día.

Cómo afecta cenar antes a las hormonas

Las hormonas son mensajeros químicos que controlan procesos vitales en tu organismo. Ajustar tu horario de comidas puede ser un aliado para mantenerlas en equilibrio:

  • Insulina: Responsable de la regulación del azúcar en sangre. Cenar más temprano se asocia con una mayor sensibilidad a la insulina, lo que implica menos picos de glucosa y un menor riesgo de desarrollar resistencia a la insulina.
  • Cortisol: Conocida como la “hormona del estrés”. Idealmente, el cortisol debería ser más alto en la mañana para activarte y más bajo por la noche para favorecer el descanso. Una ventana alimenticia retrasada (cenar muy tarde) puede alterar este ritmo, impactando negativamente en la calidad del sueño.
  • Leptina y Ghrelina: La leptina controla la saciedad, mientras que la ghrelina estimula el hambre. Cenar en una ventana más temprana del día puede ayudarte a mantener una sensación de saciedad más prolongada y evitar atracones nocturnos.

Tabla de hormonas

HormonasCenar tempranoCenar tarde
Insulina
Mayor sensibilidad a la insulina, menor riesgo de picos bruscos de glucosa.
Sensibilidad a la insulina más baja, mayor posibilidad de picos glicémicos.
CortisolMejor alineación con el ritmo circadiano, niveles más adecuados por la noche, favoreciendo el descanso.
Riesgo de alteración en el ciclo natural, con niveles elevados en horas tardías, impactando negativamente el sueño.
Leptina
Mayor sensación de saciedad en el transcurso del día, ayudando a regular el apetito nocturno.

Menor regulación de la saciedad, pudiendo incrementar el hambre durante la noche.
GhrelinaReducción de la hormona del hambre en horas nocturnas, facilitando un mejor control del apetito al final del día.Aumento de la hormona del hambre en la noche, dificultando el control de la ingesta calórica.
Hormonas cuando cenas temprano

Hacer una cena temprana o atrasarla

Cenar más temprano, es decir, concentrar el consumo de alimentos desde la mañana hasta media tarde, suele traducirse en una mayor sensibilidad a la insulina. Esto implica que el organismo aprovecha mejor la glucosa, evitando picos bruscos de azúcar en sangre. Además, iniciar el día con un aporte energético adecuado permite mantener niveles estables de energía en las primeras horas, favoreciendo la productividad y el rendimiento físico. También contribuye a regular el apetito durante la noche, disminuyendo la necesidad de consumir calorías extra en las últimas horas del día. Sin embargo, para quien no tiene hambre al despertar, empezar a cenar tan pronto puede requerir un periodo de adaptación; lo mismo ocurre con las personas cuyas obligaciones matutinas o ritmo de vida no siempre permiten dedicar tiempo a un desayuno tranquilo o a una comida a media tarde.

Comer más tarde puede ser útil si haces ejercicio por la noche o tienes reuniones. Sin embargo, cenar tarde puede hacer que tu cuerpo maneje peor el azúcar y cause problemas para dormir debido a cambios en hormonas importantes. Por eso, elegir cenar temprano o tarde depende de tu rutina diaria y lo que sea mejor para ti.

Adelantar comidas

Tu ventana alimenticia ideal: cómo mejorar tu horario de cenas

  • Evalúa tu rutina: Analiza tus horarios de trabajo, entrenamiento y descanso. Por ejemplo, si entrenas en la mañana, una ventana más temprana puede ayudarte a aprovechar esa energía matutina. Si tu tiempo libre es en la noche, quizás prefieras retrasar el primer alimento.
  • Haz cambios graduales: No pretendas pasar de cenar a las 22:00 a dejar de hacerlo a las 18:00 de un día para otro. Adelanta o atrasa tu primera y última comida en intervalos de 30-60 minutos hasta encontrar el punto que mejor se adapte a tu vida.
  • Calidad nutricional: Busca un equilibrio nutricional: proteínas de calidad, grasas saludables y carbohidratos complejos. Un plato equilibrado optimizará tu modulación hormonal y te proporcionará energía estable.
  • Escucha a tu cuerpo: Observa cómo te sientes. Ajusta según tu experiencia personal.
  • Prueba y error: No te castigues si no consigues realizar tu última comida temprano o se te hace tarde por cualquier motivo, se trata de ir mejorando poco a poco.

La ciencia está de acuerdo en cenar antes

Algunos estudios han encontrado que las personas que realizan su mayor ingesta calórica antes de las 15:00 horas experimentan una mayor pérdida de peso y una mejor resistencia a la insulina, comparadas con quienes concentran sus comidas más tarde. Por su parte, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) recomienda considerar no sólo la calidad y cantidad de los alimentos, sino también su distribución a lo largo del día para optimizar la función hormonal.

Alrededor de un 20% de quienes adoptan una ventana alimenticia más temprana logran mantener el peso perdido a largo plazo, según algunos análisis. Estos datos demuestran que no se trata de una simple estrategia de moda, sino de un enfoque respaldado por la evidencia científica.

La ventana alimenticia no es un simple detalle logístico; es un factor clave en la modulación hormonal y el metabolismo. Ajustar tus horarios puede mejorar tu sensibilidad a la insulina, promover un mejor descanso y regular naturalmente tu apetito, marcando la diferencia entre una vida con subidas y bajadas de energía constantes o una vida más estable y saludable.

¡Pon prueba adelantar tus cenas!

No se trata de imponer una regla rígida, sino de encontrar el punto medio que equilibre tus necesidades, tus gustos y tus metas. Como has visto, existen ventajas y desventajas en adelantar o retrasar tus comidas, y la elección final depende de tu rutina, tu respuesta física y tu entorno social.

¿Listo para poner a prueba el poder de la ventana alimenticia?. Empieza hoy mismo con pequeños ajustes en tu horario de comidas y observa cómo reacciona tu cuerpo. Registra tus sensaciones, energía, apetito y calidad del sueño. 

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